Obispado
Adicciones


“Adicciones”, Recursos para orientar, 2020.

“Adicciones”, Recursos para orientar.

Adicciones

La adicción es la dependencia persistente de una sustancia o de una conducta nociva. Las adicciones de cualquier tipo significan rendirse ante una sustancia o conducta, y volverse dependiente de ella. Las adicciones pueden llevar al incumplimiento de obligaciones importantes en el trabajo, los estudios o la casa. Pueden llevar al engaño y a la justificación de decisiones negativas. Muchos de los que tienen dificultades con las adicciones sienten una intensa desesperación y desesperanza.

Procurar entender

Hablar sobre las adicciones puede ser difícil y las personas podrían sentirse vulnerables o avergonzadas. Al hablar con las personas, agradézcales su valor al buscar ayuda. Procure mostrar amor y comprensión tal como el Salvador lo haría.

Con espíritu de oración, considere realizar preguntas como las siguientes o hablar acerca de la situación a fin de entender mejor la adicción de la persona y discernir sus necesidades.

  • Hábleme de lo que sucede.

  • ¿Cómo empezó el problema?

  • ¿Cuál es el mayor desafío que afronta para superar esta adicción?

  • ¿Qué esfuerzos ha hecho para superar este desafío? ¿Qué le ha servido de ayuda hasta ahora?

  • ¿En qué forma puede el Señor ayudarlo a superar su adicción?

  • ¿Quiénes más saben en cuanto a esto y qué tipo de apoyo le brindan?

Ayudar a la persona

Al ayudar a la persona a esforzarse por vencer este desafío, considere utilizar algunas de las siguientes sugerencias. Siempre debe procurar mostrar amor y preocupación en tanto se esfuercen juntos en esto.

Ayude a la persona a trazar un plan para evitar las situaciones en las que sea vulnerable a la tentación, o para lidiar con ellas. Repasen el plan con regularidad.

Enseñe a la persona la doctrina del albedrío y ayúdela a entender que las adicciones no cambian nuestra identidad eterna.

  • Enseñe que todas las adicciones pueden conquistarse por medio del Salvador Jesucristo gracias a Su expiación.

  • Ayúdela a comprender el modo en que el Salvador puede facultar a las personas para que superen los desafíos.

  • Ayude a la persona a ver su identidad como hijo o hija de Dios, y a reconocer sus fortalezas, talentos y habilidades.

Ayúdela a determinar cuáles son las situaciones más habituales que aumentan la tentación (por ejemplo, las situaciones que dan lugar a pensamientos y deseos relacionados con la adicción).

  • Examinen qué sentimientos subyacen detrás de dichas situaciones (por ejemplo, el sentirse aburrido, solo, enojado, estresado o cansado).

  • Consideren el “dónde”, el “cuándo” y el “cómo” de cada posible situación.

Invite al miembro a asistir al grupo de apoyo local del Programa para recuperarse de las adicciones (PRA) o a otras reuniones para rehabilitarse de adicciones que implementen el programa de los 12 pasos.

Inste a la persona a ser franca y sincera en cuanto a la adicción con su cónyuge, sus padres u otros familiares.

Ayude al miembro a procurar ayuda de alguien de confianza.

Apoyar a la familia

Las adicciones afectan tanto a los miembros de la familia como a la persona. Al hablar con los familiares afectados, procure mostrar amor y comprensión tal como el Salvador lo haría. Determine el impacto que haya tenido en el cónyuge o en la familia de la persona y aborde esos problemas.

Comience por ayudar a los integrantes de la familia a sentirse amados y escuchados. Podría decir algo como, por ejemplo: “Esta es una situación difícil. ¿Cómo se sienten?”.

Determine si existen sentimientos de temor, de preocupación, de culpa o de falta de confianza.

Invite al cónyuge o a los familiares a estudiar los principios que se encuentran en Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación.

Invite a los miembros de la familia a asistir al grupo de apoyo del Programa para recuperarse de las adicciones: Cónyuge y familiares, o a algún grupo de apoyo semejante.

Ayude a los integrantes de la familia a entender la forma en que el Salvador puede ayudarlos a sanar individualmente, ya sea que su ser querido supere la adicción o no (véanse Alma 7:11 y Mateo 11:28–30).

Hacer uso de los recursos del barrio y de la estaca

Considere pedir a líderes del barrio o a otras personas de confianza que proporcionen apoyo, guía y ayuda en forma constante. Solicite el permiso de la persona antes de hablar de la situación con otros.

El obispo podría determinar, junto con la persona, quién puede ser alguien de confianza que actúe como su mentor, y luego alentarlos a los dos a fijar metas y trazar un plan para trabajar en conjunto.

  • El mentor debe ser alguien con quien la persona se sienta cómoda y lo ideal sería que fuera alguien que ya haya superado el mismo problema.

  • Si la persona fuera menor de edad, el obispo deberá incluir a los padres en la búsqueda del mentor.

Vaya al sitio web del Programa para recuperarse de las adicciones (addictionrecovery.ChurchofJesusChrist.org) a fin de saber dónde hay reuniones locales a las que podría asistir la persona. Si no hubiera ninguna reunión a la que pudiera asistir, considere ponerse en contacto con el presidente de estaca para solicitar que se organice una.

Determine qué recursos locales proveen servicios en armonía con los principios del Evangelio.

  • Los recursos podrían incluir terapeutas profesionales, programas de tratamiento y agencias gubernamentales.

  • Es posible que la persona también necesite ayuda médica adicional. Considere procurar una evaluación profesional a fin de determinar el nivel apropiado de atención.